Navarra problema y solución

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UN CONFLICTO POLÍTICO INTERNACIONAL

La Conferencia Internacional de Paz del día 17 de octubre de 2011 en San Sebastian sobre el conflicto vasco supone, tras mucho tiempo de consciente ocultación practicada por venias potencias del occidental europeo, el afloramiento de la mayor injusticia internacional que todavía perdura en Europa. Los vascos han tenido que padecer de forma continuada la inusitada violencia ocasionada por la conquista, ocupación, partición, suplantación institucional, nacionicidio y lingüicidio.

No se trata de un problema interno, como quieren hacer creer desde España y Francia: el desquiciamiento del “sano regionalismo”, o el “particularismo identitario”. Nos hallamos, por el contrario, ante un conflicto internacional intra-europeo, que implica la invasión militar permanente y la dominación, por dos Estados miembros de la UE sobre otro Estado europeo.

En el caso vasco, como en el irlandés, existe en síntesis una doble interlocución, la del Estado dominante (Inglaterra) y la del Estado dominado (Irlanda). La diferencia está en que el Estado irlandés consiguió el reconocimiento de su soberanía y de la mayor parte de su territorialidad hace ochenta y cinco años y en cambio el Estado europeo de Navarra yace hibernado, subordinado y dividido entre los Estados español y francés.

ESTADO Y NACIÓN

Cuando estamos hablando de Navarra nos estamos refiriendo a la manifestación de su sociedad o nación política; Euskal Herria es la comunidad cultural. Navarra y Euskal Herria, son las dos caras de la misma nación, la política y la cultural, respectivamente. Siempre que utilizamos el concepto navarra o navarro, nos referimos al contenido político; así la sociedad navarra, ciudadania navarra, Navarra, Estado navarro, Reino de Navarra.

También es preciso no confundir el significado de los términos Navarra y Euskal Herria, ambos sólidamente asentados sobre el verdadero acontecer histórico. Pues mientras Navarra nació como concepto político para denominar a la Vasconia soberana e independiente. Euskal Herria surge en los primeros libros en euskera de los escritores navarros del siglo XVI, en la Navarra que permanecía independiente, para abarcar a todos los vascohablantes, aunque residieran ya fuera del territorio independiente navarro, en territorios dominados por España, buscando con ello resaltar la existencia de la Nación cultural y lingüística, que ya no era englobada en la práctica por la Nación política.

Es decir, cuando las potencias anexionistas concluían la tarea de ocupar, demoler y suplantar a la nación política, que es Navarra, se afirma desde su propio seno la nación cultural y lingüística, que es Euskal Herria, en una voluntad de resistencia, esforzada y de una larga duración multisecular, aferrada en la defensa metro a metro de los restos y jirones de la soberanía política y de la cultura vasca.

En un proceso de recuperación de la soberanía no se puede atender únicamente a uno sólo de los aspectos de la realidad nacional, es preciso contemplar las dos a la vez. Tiene repercusiones muy graves, la no toma en consideración de esta dualidad real de la misma nación: la comunidad cultural (euskal herria) y la sociedad política (Navarra). Al igual que navarro y vasco, se refieren a las mismas gentes que residen en el mismo territorio, Navarra y Euskal Herria son también denominaciones que se refieren al mismo país, aunque reflejan conceptos complementarios, Navarra abarca a la estatalidad de la sociedad política y Euskal Herria a la comunidad cultural nacional.

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