El desenfreno orgiástico de UPN, Unión Patriótica Nacional española, enemigo público número uno de la sociedad navarra, busca por todos los medios acabar definitivamente con Navarra. Aislarla, debilitarla, arruinarla, desculturizarla, embrutecerla, dividirla, alejarla de Europa y del mundo, saquearla, contaminarla, expoliarla, empobrecerla, despoblarla, negarla…
Es la culminación de las conquistas continuadas, que seguimos padeciendo desde hace ochocientos años, a manos de Castilla, ahora revestida de España, pues nunca como en los últimos treinta años los conquistadores habían conseguido hacerse con el control absoluto del poder en las instituciones de lo que quedaba de Navarra.
Ese es el único objetivo de UPN, que Navarra no sea Navarra. En estas últimas tres décadas y media la contumaz e inicua excusa para desmontar Navarra con auténtica fruición ha sido la apañada existencia de una supuesta amenaza de triunfo del nacionalismo vasco, a evitar a toda costa. Lo que es una gigantesca patraña, pues lejos de fortalecer y dar mayor libertad a Navarra, la están subordinando, empobreciendo y expoliando sistemáticamente.
