Navarra ya no puede más, al sufrir el saqueo, el expolio y el empobrecimiento de continuo, relacionados de forma directa e inmediata con el llamado «Convenio económico». Es preciso quitarse de la cabeza la falsa idea de que el Convenio es un chollo o un privilegio, pues en la realidad es todo lo contrario, es un gigantesco fraude, eufemismo e impostura. Es la fuente de la precariedad e inestabilidad que padece Navarra. Uno de cada tres euros del presupuesto anual de Navarra va a lo que es una especie de fuga de capitales públicos navarros por el cupo y el endeudamiento, más de mil millones de euros todos los años. Alrededor de seiscientos euros del cupo y cuatrocientos de la financiación y que en la práctica suponen una brutal desinversión pública y del conjunto de esta sociedad.
El cupo impide hacer unos presupuestos soberanos, pues el cálculo de la cuantía y su aumento es ajeno a lo que se haya recaudado en Navarra y a las posibilidades de la misma, lo que impide hacer previsiones presupuestarias válidas.La estructura jurídico-política del Convenio facilita la corrupción; el expolio de la CAN, peajes en la sombra, así como el sarcasmo del endeudamiento para pagar el cupo a Madrid. Expolio de los cincuenta mil parados, expolio del agua, expolio de la cultura, expolio de la historia, expolio de la lengua, expolio del patrimonio por la iglesia o el expolio del medioambiente por la contaminación incontrolada. Expolio en la sanidad, la educación y los servicios sociales.
El vigente Amejoramiento de 1982 además de ser completamente antidemocrático, por no haber sido refrendado ni aprobado por los navarros, es un gigantesco contrafuero ya que da por válidos los pseudo pactos, convenios y sus cupos -en realidad suplantaciones de los Fueros, de la legalidad y de las instituciones navarras- implantados manu militari por los generales españoles Baldomero Espartero, Miguel Primo de Rivera y Francisco Franco. Los autoproclamados cínicamente defensores del fuero, llaman fueros a lo que no lo son. Sustituyen impunemente nuestras leyes civiles, fiscales, administrativas o políticas por las leyes españolas, camuflándolas con el nombre de fueros lo que les permite el saqueo, expolio fiscal, temporalidad, precariedad, desubicación, así como que han acentuado la crisis e impiden salir de ella. En cambio, sí son fueros la libertad e igualdad de todas las personas, la unidad de la ciudadanía en la defensa de sus derechos y la democracia directa -en los últimos años radicalmente limitada-o participación directa de los ciudadanos en la política, como la ejercida en las juntas vecinales, veintenas, batzarres, que estaban vigentes en todos los municipios hasta los años 1980 y la Ley de Administración Local de1990, siendo un contrapoder ciudadano en los Ayuntamientos. Estas instituciones políticas fundamentales de Navarra han recibidoun recorte brutal.
Habiendo sido privados los navarros de la libertad externa, o independencia, con el inicio de las conquistas continuadas en 1200, 1512 o 1620, sin embargo, los navarros y navarras hemos ejercido la libertad interna hasta bien entrado el siglo XX, como se demostró en la Gamazada de 1893-94, en la reivindicación de la recuperación de la legalidad navarra anterior a 1841 acordada por los Ayuntamientos navarros en 1918, o en el Monumento a la Independencia de Navarra levantado en Amaiur en 1922.
Esa unidad y libertad de los navarras y navarros es clave para la defensa de los Fueros, es la que nos hará posible el salir de la crisis económica, ejercer la libertad y alcanzar el bienestar de todas las personas. La libertad interna es imprescindible y necesaria para ejercer los derechos de la sociedad navarra.
Navarra y Libertad resultan unbinomio determinante en la construcción colectiva de la sociedad navarra. Así el concepto de la libertad es de tan reconocida importancia que figura reiteradamente en los textos jurídico-políticos fundamentales: «pro libertate patria gens libera state», antes son leyes que gobernantes, el principio jurídico navarro de la libertad civil… o de manera central en la construcción del Monumento a la Libertad de Navarra, o de los Fueros, levantado frente a la Diputación en 1903, que simboliza «la unión de los navarros en la defensa de sus libertades, libertades aún más dignas de amor que la propia vida». Sin embargo, es precisamente esta afirmación primordial de la libertad de los navarros la más cínicamente conculcada. Hasta el punto que también lo han intentado introducir en el lenguaje de la impostura y el eufemismo, pero no cuela. Hoy podemos afirmar que aquello que más caracteriza a Navarra se echa en falta, porque no se respeta la libertad navarra.
El ejercicio por la sociedad navarra de su soberanía presupuestaria exige denunciar al llamado Convenio, que es nulo de pleno derecho por la manifiesta desigualdad de las partes, la falta de equidad, por ser una gigantesca sanguijuela que chupa la sangre y los recursos de las navarras y navarros.
El ejercicio de la libertad interna, mediante la unidad de las navarras y navarros, posibilitará la derogación del Convenio y el ejercicio de la soberanía presupuestaria, ajustada a los ingresos, sin fraude fiscal, y a las verdaderas necedades de gasto, única forma que tenemos de salir de la durísima crisis económica. La libertad políticamente hablando significa ante todo la capacidad de acuerdo y de constitución que tiene esta sociedad para no ser dominada por otra y para vivir según las leyes y reglas que se da a sí misma. Casi todos los partidos políticos no reivindican todavía la libertad interna y unidad de los navarros para el ejercicio de sus derechos y libertades, sin embargo, sí está al alcance de los ciudadanos y ciudadanas abrir la vía para romper con el saqueo del Convenio, ejercer nuestros derechos a unos presupuestos soberanos, salir de la crisis y conseguir la libertad y el bienestar de todas y todos.
Tomás Urzainqui Mina